Ya ni el día de las madres perdona
Llegó el 10 de mayo, las madres tuxtlecas contentas y ansiosas esperaban la llegada de tan preciado día, bueno, algunas deseaban no llegara ese día porque siempre es lo mismo en vez de ser consentidas, apapachadas y aprovechar el día para descansar se levantan desde muy temprano a hacer las compras en el mercado que por cierto le queda muy lejos.
Todo para después esclavizarse en la cocina haciendo la comida, que van a llegar a “gorrear” sus hijos, que para festejar su día ¿Cuál es el fin entonces? ¿A caso no se merecen las santas mamacitas pasársela bien descansando y celebrando?
En fin, llegó el día y ellas llenas de gozo recibieron a sus hijos, que por cierto hicieron una vaquita entre todos los hermanos para comprarle un regalo a su mamá, lo que cuenta es la intención; comúnmente le compran flores, chocolates, trastes, (aún no entiendo por qué si al final de cuentas es algo indispensable en el hogar) electrodomésticos, y si le fue bien la llevan a comer a un restaurant.
Entonces los restaurantes y florerías entran como los héroes de la historia, porque causan un rato de alegría a las mamás, pero ¿qué sucedió este año? Resulta que los floristas y restauranteros se quejaron por las bajas ventas que registraron desde que inició la mañana del 10 de mayo.
Lo triste es que ni las madres se salvaron de la crisis económica por la que está cruzando el país, porque no tuvieron más remedio que conformarse con lo poco que se les pudo regalar, que porque no alcanza para casi nada, pobrecitas ni a mariachis llegaron.